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Cuando estaba viviendo uno de los momentos más duros de su vida, Nuria Labari (Santander, 1979) sufrió la pérdida de su amiga. Pero esa pérdida no estaba atravesada por la muerte, sino por la voluntariedad. Su amiga había decido marcharse y dar por concluida su amistad. Este acto repentino provocó en Labari un mutismo que le llevó a buscar respuestas en los libros y la teoría, pero lo único que encontró fue una vacío en el discurso de los duelos por las amistades perdidas. De esta forma, empezó a escribir La amiga que me dejó. Anatomía de una ruptura (Debate).

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