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En la Italia de la ultraderechista Giorgia Meloni, impulsora del primer centro de deportación de inmigrantes de Europa, también hay iniciativas y espacios que desafían la creencia gubernamental de que el mejor inmigrante es el que no está. En Coloriage, una escuela de moda gratuita y boutique ubicada en el barrio de Trastevere, en el corazón de Roma, Valeria Kone demuestra desde 2019 que acoger a refugiados e inmigrantes con experiencia en la sastrería puede ser no solo un incentivo para la integración, sino también una forma de crear empleo y de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la multiculturalidad. Además, Coloriage es la prueba de que es posible hacer moda sostenible, que no dañe al medio ambiente, a la vez que se respeta a los trabajadores —con sueldos dignos— y a los consumidores, con precios asequibles a todos los bolsillos.

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