El secreto mejor guardado: qué pasa con las monedas que tiramos a las fuentes
La práctica de arrojar monedas a las fuentes es una tradición arraigada en muchas culturas. Muchas personas participan en esta costumbre desde que son niños, y para algunos, es una superstición..
La práctica de arrojar monedas a las fuentes es una tradición arraigada en muchas culturas. Muchas personas participan en esta costumbre desde que son niños, y para algunos, es una superstición en la que creen fervientemente. Por ejemplo, en un viaje a Roma, es casi obligatorio lanzar monedas en la famosa Fontana de Trevi. Se dice que hacerlo garantiza el regreso a la ciudad en el futuro.
La famosa Fontana de Trevi atrae a numerosos turistas cada año, convirtiéndose en un punto emblemático de la capital italiana. Millones de visitantes participan en la tradición de arrojar monedas a sus aguas, expresando así su deseo de regresar a esta histórica urbe. Las autoridades locales suelen recoger las monedas depositadas para destinarlas a obras de caridad o proyectos de restauración que benefician a la comunidad.
¿A dónde van a parar las monedas de la fuentes?
En el Mall of America, el centro comercial más grande de Estados Unidos, las monedas arrojadas por los visitantes, que suman alrededor de 2.000 dólares al mes, se destinan a organizaciones benéficas locales. Estas entidades deben postularse anualmente a través del sitio web del centro comercial para recibir esta ayuda ciudadana.
Otra famosa fuente, ubicada en Las Vegas y perteneciente al hotel Bellagio, recoge las monedas lanzadas por los visitantes cada dos o tres meses. Estos fondos se destinan a una organización sin fines de lucro llamada Habitat for Humanity, que se dedica principalmente a construir viviendas en países en desarrollo.
El memorial neoyorquino en la Zona Cero, dedicado a las víctimas del 11 de septiembre y del ataque al World Trade Center en 1993, incluye dos fuentes con los nombres de los fallecidos. Aunque está prohibido arrojar monedas en ellas, se estima que recaudan alrededor de 3.000 dólares al año, dinero destinado al mantenimiento del monumento.
En el caso de la Fontana de Trevi en Roma, las monedas que lanzan los turistas también tienen un propósito social. Los fondos recolectados diariamente se destinan a labores humanitarias, como financiar comedores sociales y asilos para personas sin hogar. Así, cada vez que arrojamos una moneda a la fuente para volver a la capital italiana según la leyenda, estamos contribuyendo a ayudar a alguien necesitado.
Origen de esta costumbre
La costumbre de arrojar monedas a las fuentes y formular deseos es una práctica arraigada desde tiempos antiguos que perdura hasta hoy. Esta tradición, que fusiona esperanza y superstición, tiene profundas raíces en la historia y la cultura humanas.
Las antiguas civilizaciones veneraban el agua como un elemento sagrado y esencial para la vida, considerándola un símbolo de fertilidad, pureza y renovación. Los egipcios, por ejemplo, asociaban un recipiente lleno de agua con la maternidad, mientras que los romanos creían que las fuentes eran moradas de los dioses y lanzar monedas era un acto de veneración y petición de favores.
En la evolución de esta práctica, los grupos nómadas, al encontrar fuentes de agua, las consideraban dones divinos y lanzaban monedas como muestra de gratitud. A medida que se asentaban, construían sus propias fuentes y mantenían la costumbre de arrojar monedas, transformando el gesto de agradecimiento en una solicitud de deseos.
Incluso se establecían tradiciones donde se arrojaban alfileres en lugar de monedas para proteger los pozos de entidades malignas. Esta evolución refleja cómo las creencias y rituales de diferentes culturas se entrelazan con el paso del tiempo, preservando la esencia de la costumbre a lo largo de los siglos.
Las fuentes más importantes del mundo
Barcelona alberga la Cascada del Parque de la Ciudadela, una muestra de arte al aire libre en la primera zona verde de la ciudad. Diseñada por Josep Fontsére y Antoni Gaudí, esta cascada presenta una variedad de esculturas que incluyen cangrejos, diosas romanas y temas mitológicos.
La Fontana di Trevi es una obra maestra barroca que ha cautivado a visitantes durante siglos. Construida a mediados del siglo XVIII, esta fuente de mármol travertino es un testimonio de la opulencia y grandeza de la época. Iniciada por el arquitecto Nicola Salvi en 1732, la colaboración de varios artistas y diseñadores resultó en una creación impresionante que finalmente fue completada por Giuseppe Pannini.
En París, la Fuente de Apolo en el Palacio de Versalles es un símbolo del esplendor del movimiento barroco en Francia. Diseñada por Charles Brun en 1671 para Luis XIV, esta fuente de bronce narra la historia del dios griego Apolo a través de figuras dinámicas y dramáticas.
Dubái es conocida por su arquitectura innovadora, y la Fuente de Dubái no es una excepción. Construida en 2009, esta fuente es la más grande del mundo y cuenta con un espectáculo de agua, luces y música que deslumbra a los espectadores.
Las Fuentes del Bellagio en Las Vegas son una atracción icónica en la famosa Franja de la ciudad. Diseñadas por WET, estas fuentes cuentan con un elaborado sistema de agua y luces que ofrecen espectáculos impresionantes a los visitantes.